A la hora de
realizar un estudio sobre la evolución o diversificación de un grupo zoológico
es importante seleccionar los caracteres de interés y el modo de valorarlos.
Los diferentes tipos ya los hemos visto, ahora queda estudiar el modo
de valorarlos.
Caracteres fijados cualitativos
En este tipo de
caracteres se aprecia con facilidad la idea de unidad evolutiva o unidad de
cambio que se aplica a la hora de diseñar árboles filogenéticos. Por ejemplo,
tenemos cinco especies representadas cada una por una elipse, con tres zonas
(anterior, media y posterior) y con tres caracteres fijados cualitativos (A, B,
C), podremos denominarlas de acuerdo con el caracter presente en cada
zona, con
las letras: BBA, BAC, ABA, AAA y ABC (figura 1). La unidad evolutiva mas
sencilla parece ser la que considera el cambio de color en una zona del cuerpo
según la secuencia oscuro – claro – blanco.
Figura 1. Cinco especies con tres caracteres en tres zonas |
Si tres autores,
independientemente y teniendo en cuenta otros caracteres, ordenan a las cinco
formas como se aprecia en la figura 2, ¿cuál aceptaremos como mas probable?,
¿cuáles son las posibles relaciones entre ellas? Se considera que es mas
probable el que se realiza con menor numero de cambios,de ahí la importancia y
el interés de la unidad evolutiva. De hecho es un criterio que se considera
básico a la hora de diseñar programas de ordenador.
Figura 2. Diferentes modos de relacionar a las cinco especies |
El número situado
entre cada dos formas indica cuantos cambios son necesarios para pasar de una a
otra. En la parte inferior se indica el número total de cambios en cada uno de
los modelos, es decir 7, 12 y 7 respectivamente.
Según el criterio
citado, el primero y el último parecen igualmente probables sin embargo, una
mirada mas atenta de los dos modelos revela que la relación entre las especies
es la misma en ambos, solo se diferencian en el modo de representarlas. En todos
los casos las líneas entre dos formas indican una relación de proximidad y no
se han utilizado flechas porque
parecen indicar el sentido seguido por la evolución. Para averiguar cual ha
sido éste es necesario conocer como son los fósiles conocidos del grupo
(Paleontología) y el desarrollo ontogenetico mostrado por la Embriología.
Sin embargo, para
entender mejor las relaciones entre las especies es importante diseñar un Modelo Objetivo de Diversificación
(MOD). Se trata de relacionar todas las formas posibles con esos caracteres. En
él deben tener cabida todas las especies que han existido, o existen en otras
partes del mundo, relacionadas entre si de tal forma que entre dos especies
próximas haya solo una unidad de cambio. El número de formas posibles varía
según el número de caracteres considerados y los estadios en que pueda
presentarse cada uno de ellos. Veamos algunos ejemplos sencillos.
El número de
formas posibles, considerando dos caracteres (anterior y posterior) con dos
posibilidades cada uno de ellos (A y B), es de cuatro (22 = 4): AA,
AB, BB, y BA
Tres caracteres
(anterior, medio y posterior) con dos posibilidades cada uno de ellos (A y B)
permiten ocho variantes (23 = 8): AAA, AAB, ABA, ABB, BBB, BBA, BAB,
BAA.
En definitiva, si
se consideran n caracteres, cada uno de ellos con dos variantes, el número de
formas posibles es 2n,
o bien: Nº estadios Nº
de caracteres
Para confeccionar
un modelo real, por ejemplo tres caracteres con tres variantes, se empieza por
una forma sencilla como AAA y a partir de élla se va cambiando, siguiendo una
secuencia, una sola letra (una unidad evolutiva) por la parte anterior, la
central o la posterior. Se deben unir con líneas dos formas relacionadas con
una sola unidad de cambio. Así se obtiene un modelo como el da la figura 3. En
él encontraremos las cinco especies de la figura 1 y se aprecia que el numero
de cambios entre ellas es precisamente de 7. Incluso puede ser de 6 si
considera la secuencia AAA; AAB; AAC y a partir de ésta salen las dos
representadas por BAC y ABC
Figura 3: MOD que permite ver las relaciones entre las cinco especies |
Para que el MOD
diseñado para explicar la diversificación de un grupo pueda ser aceptado, es
imprescindible comprobar que se mantiene una relación semejante entre las
especies cuando se aplican datos obtenidos desde otros puntos de vista; procedentes
de diferentes autores y utilizando otras técnicas. Eso debe ser así ya que, si la
historia ha ocurrido una sola vez y de una sola manera, con la diversificación
de un grupo ha ocurrido lo mismo, por lo que el MOD debe explicarla desde
cualquier punto de vista que se mire.
Por otra parte,
el MOD permite entender que las especies estudiadas no tienen porqué estar
relacionadas directamente entre si, como si no hubiera mas especies en el mundo.
Se entiende fácilmente que hay otras especies, además de las cinco estudiadas,
de las que no se tienen ejemplares, pero que sin duda han existido o existen en
alguna otra parte del mundo.
Caracteres fijados cuantitativos
Son caracteres que se pueden representar por un valor
concreto, mensurable, e incluso se pueden
calcular índices entre dos o mas
parámetros de interés. La diferencia entre dos caracteres próximos se puede
calcular en unidades cada vez mas pequeñas ya que se pueden considerar uno, dos
o más decimales. Por esta razón se dicen que la variación entre especies
próximas es gradual, y se indica como ejemplo el cambiar de nivel caminando por
una rampa en vez de hacerlo por una escalera.
Figura 4. Ángulos de interés en la muela carnicera |
La ciencia que ayuda a estudiarlos es la Morfometría, que define
la forma de modo objetivo. Por eso es muy importante el método seguido para
medir parámetros que sean homólogos en las distintas especies. El interés e importancia de estos caracteres los
pusieron de manifiesto Crusafont et al
(1958 - 62) estudiando los ángulos α y β de la muela carnicera (figura 4) en
especies de Carnívoros (Mammalia). Con los valores de esos ángulos fue
distribuyendo las familias del Orden y se ordenaron desde un extremo que
denominó polo hipocarnivoro, donde estaban los Ursidae, hasta el extremo
opuesto que denominó polo hipercarnivoro con los Felidae.
Por otra parte, estudiaron
el valor de esos ángulos en especies fósiles de diferentes periodos y vieron
como el intervalo de valores que presentaban se iba haciendo mayor a medida que
pasaba el tiempo (figura 5). Sin embargo, en cada periodo el valor de la media
se mantenía constante con muy pequeñas variaciones. Eso les permitió inclinar
definitivamente la balanza a favor de considerar al género Cynodictis como el Carnívoro mas antiguo, del cual debieron derivar
todas las demás formas posteriores.
Figura 5. Variación de los ángulos con el tiempo |
Con los datos
obtenidos llegó a definir dos leyes importantes para comprender el proceso
evolutivo que denominaron ley de la expansión progresiva y ley de la reversión
a la media inicial.
Ley de la expansión
progresiva: “En todo proceso diversificador, las
desviaciones de los valores correspondientes a los caracteres mensurables
significativos poseen a través del tiempo un sentido progresivamente creciente,
hasta alcanzar los valores límite que son funcionalmente posibles”. Viene a
decir que a medida que pasa el tiempo y el proceso diversificador da lugar a
nuevas especies, unas presentarán valores de un parámetro cada vez mas pequeños
y otras, por el contrario, lo presentarán cada vez mas alto. En consecuencia,
el intervalo entre los extremos será cada vez mayor y seguirá ampliandose
mientras las especies que resulten presenten valores físicamente viables.
Ley de la reversión a la
media inicial: “Cuando a partir de una forma determinada, un
grupo se diversifica con tendencia bipolar, en todo momento del proceso
evolutivo del grupo, la media de los valores correspondientes a los distintos
caracteres mensurables, revierte al valor inicial de los mismos caracteres”.
Por esto propusieron al género Cynodictis
como el Carnívoro más antiguo.
En definitiva, al
estudiar caracteres cuantitativos se aprecia que a medida que pasa el tiempo aumenta
el intervalo entre los umbrales, máximo y mínimo, por lo que se puede decir que
“es posible todo lo que es físicamente viable,
siempre que tenga suficiente tiempo”. Y además, en cualquier momento de la
historia de la diversificación de un grupo, la especie que presente valores mas
próximos a la media entre las especies de ese momento, es la que tiene mas
probabilidades de ser la mas primitiva.
Figura 6. Rattus |
Caracteres no fijados
Se trata de
caracteres que pueden manifestarse en diferentes estadios y los individuos de
la especie presentan cualquiera de ellos. Incluso, individuos de diferentes
especies pueden manifestar los mismos estadios, pero en este caso lo hacen en proporciones
diferentes. Un ejemplo es el de las raíces de los molares en la familia de los
Muridae (Roedores, Mamíferos). En la figura 6 se presenta la forma típica de Rattus norvegicus, con 5 alveolos en el
primer molar, 4 en el segundo y 3 en el tercero.
En la figura 7 se
representan otras formas de los alveolos del primer molar en Muridos
(Roedores), la de Rattus norvegicusestá con la letra B. Las formas
restantes, con otras letras, las manifiestan
tanto otros ejemplares de esta especie,
incluso de la misma población, como
ejemplares de otras especies de los géneros Mus,
Apodemus y Micromys. En cualquier caso, la frecuencia de cada una de las
formas es propia de cada especie y diferente en cada una de ellas.
Figura 7. Disposiciones de los alveolos en el primer molar superior |
Los caracteres de
este tipo se interpretan como estadios sucesivos de una secuencia evolutiva,
por lo tanto los habrá mas primitivos y mas evolucionados. De acuerdo con Misonne
(1969), se considera que la forma manifestada por el mayor número de individuos
de una población equivale al momento evolutivo en el que se encuentra esa
especie y se denomina norma alveolar(NA). Las otras formas que se encuentran en la población deben ser bien formas
mas primitivas que la NA o bien formas mas evolucionadas que van probando
nuevas posibilidades de cambio en un futuro. Los datos de la Paleontología, la
Embriología y la
Anatomía Comparada ayudan a ordenar los estadios de la
secuencia.
Tabla 1. NAs en cuatro especies de Muridae |
En la tabla 1 se
muestran cinco disposiciones (A – E) de los alveolos del primer molar superior
(M1), de cuatro especies de roedores múridos, con la frecuencia
teórica de cada una de ellas. Se interpreta que Mus musculus está en el estadio A porque su NA es del 80%; Apodemus sylvaticus en el estadio D,
también con 80%; Rattus norvegicus en
el estadio B con el 75% y Rattus rattus
en el estadio E, con otro 75%.
Si los estadios
representados por las letras A - E estuvieran ordenados y fueran sucesivos en
una secuencia evolutiva, se podría afirmar que Mus musculus presenta los alveolos del M1 en un estadio
mas primitivo que los de Apodemus
sylvaticus y éste que los de Rattus
norvegicus, mientras que Rattus
rattus es la mas evolucionada. Esa afirmación no se debe interpretar como
que las citadas especies están relacionadas entre si de esa forma, ya que cada
una manifiesta, un mosaico de caracteres, con unos mas primitivos y otros
mas evolucionados. Para conocer las relaciones filogeneticas entre ellas es
importante tener en cuenta el MOD con el mayor número posible de caracteres.
La homología en caracteres no fijados
Al estudiar este
tipo de caracteres es muy importante tener en cuanta la homología de lo que se
está comparando. En la figura 7 las formas A y C tienen tres alveolos y no son
iguales, ni comparables y algo similar ocurre con las formas D y E que poseen
ambas cuatro caracteres. Para que la interpretación sea correcta, se debe
conocer el orden seguido en la aparición de un nuevo alveolo, por la división
de alguno de los existentes, o en la pérdida de alguno por la fusión entre dos
próximos.
Se puede ver con
un ejemplo teórico como el representado en la figura 8. El conjunto de formas
representadas puede ser las que presenta una población de una especie concreta
de Muridae, con la frecuencia de cada una de ellas. A la izquierda una
disposición con tres alveolos y una frecuencia del 5%. A la derecha una con
cuatro alveolos y una frecuencia de 30%. En ambos casos se han numerado los
alveolos siguiendo el giro de las saetas de un reloj, empezando por el alveolo
anterior externo. Entre ambas figuras hay otras tres marcadas con las letras C,
D y E con frecuencias de 8, 41 y 16% respectivamente. Todas tiene tres alveolos
como A y un cuarto mas pequeño indicando que se está formando y no ha llegado
todavía al estadio B con los cuatro iguales
Figura 8. Caminos de paso entre 3 y 4 alveolos |
A la hora de
interpretar los datos de esa población cabe hacer varias consideraciones.
1. Una especie
que presente esas frecuencias en un caracter no fijado, tiene su NA en el
estadio D (41%) y el paso entre entre A y B se puede hacer de todas las maneras
posible (C, D y E) pero la mas probable es la D por ser la mas frecuente.
2. El modo de
denominar a los alveolos no ha tenido en cuenta las homologías entre ellos, de
modo que cabe preguntarse si los números 1, 2 y 3 son homologos en A y en B.
3. ¿Cómo se ha
formado el 4? En las figuras C, D y E es el mas pequeño pero aparece en
distinto sitio en cada una de ellas. En C surge entre el 2 y el 3. En D se
forma entre el 1 y el 2 y, por último, en E aparece entre el 1 y el 3. En
consecuencia no es homólogo en los tres estadios representados. Por eso tiene
sentido la pregunta ¿cómo se ha formado el 4?
4. Todavía cabe
preguntarse si el 4 se forma de novo
o resulta de la división de alguno anterior. En este último caso, por ejemplo
en C, puede derivar tanto del 2 como del 3.
La embriología
ayuda a comprender las homologías y explica el camino seguido. También aclara
que las distintas respuestas no deben tener igual valoración a la hora de
explicar una secuencia evolutiva.
Referencias:
Crusafont, M.
1962. Algunos principios téoricos derivados del cálculo masterométrico. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat.
Davis, D.H.S. 1965. Classification problems of African
Muridae. Zoologica Africana,
1:121-145
Gállego L. 1972. Estudio de las normas alveolares (NA) en
los géneros Mus y Apodemus procedentes de los Pirineos
occidentales. Bol. R. Soc. Española Hist.
Nat. (Biol.), 70:309-320.
Gállego L.
1972. Interés evolutivo de los alvéolos molares en murinos. Bol. R. Soc. Española Hist. Nat. (Biol.),
70:321-337.
Gállego L. 1972. Variaciones de la norma alveolar durante
el crecimiento en Rattus norvegicus,
var. albina. Bol. R. Soc. Española Hist.
Nat. (Biol.), 70:83-97.
Gállego, L.
2005. Apuntes básicos de Morfometría.
Ediciones de la U.I.B.
McNeil Alexander. 1975. The Chordates. Cambridge University Press.
Misonne, X. 1969. African and Indo -Australian Muridae,
evolutionary trends. Musée Royal de
l’Afrique Centrale Tervuren. Annales, Serie IN, Sciences Zoologiques, 172.
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