A la hora de plantear un trabajo para conocer la
diversificación de un grupo zoológico debemos tener en cuenta los caracteres a
considerar y el modo de valorarlos. Hay, por lo menos, dos tipos de caracteres
con peculiaridades diferentes: a) los que están fijados y b) los que no lo
están.
a) Caracteres fijados
Son los que están presentes en todos los ejemplares de un
taxón concreto, por ejemplo, las plumas en Aves. Se trata de un carácter
presente en la Clase, por lo que sirve para diferenciarla de cualquiera otra
que no tenga plumas. Ahora bien, porque todas son aves y por tanto todas tienen
plumas, no sirve para diferenciar taxones de rango inferior como Ordenes,
Familias, Géneros o especies. Para distinguir a estos hay que considerar otros
caracteres como tipos de plumas, la forma, su distribución en el cuerpo, etc.
y, en la medida en que los nuevos caracteres estén fijados en el Orden, la
Familia o el Género servirán para diferenciar esos niveles taxonómicos, pero no
los de rango inferior.
Los caracteres fijados pueden ser de dos tipos:
cuantitativos y cualitativos.
Figura 1. Muela carnicera |
a-1) Cuantitativos.
Son caracteres que varían gradualmente, de modo progresivo,
de igual modo que se cambia de nivel utilizando una rampa inclinada en vez de
una escalera. La diferencia entre dos estadios consecutivos se calcula, en
grados, minutos y segundos si se trata de un ángulo, o mediante índices si se
trata de valores lineales, por citar dos ejemplos concretos. En la figura 1 se
muestra como se pueden calcular los ángulos que miden la altura y anchura de la
muela carnicera en los Mamíferos del orden Carnívoros, tal como lo hacía
Crusafont en 1958. Hoy con las imágenes digitalizadas se tomarían los datos de
otro modo, pero las unidades seguirían siendo las mismas.
La ciencia que ayuda a estudiar los caracteres fijados
cuantitativos es la Morfometría, que define la forma de un modo objetivo.
a-2) Cualitativos
Figura 2. |
Son caracteres que varían de golpe, entre dos consecutivos
no hay intermedios. Utilizando el ejemplo del caso anterior, se cambia de nivel
utilizando una escalera no una pendiente. Entre dos estadios consecutivos no
hay formas intermedias, por este motivo también se denominan caracteres
"on - off", o "presentes - ausentes". Se manifiestan del
mismo modo en todos los ejemplares de un taxón concreto. En la figura 2
(inspirada en McNeill) se muestran cinco modelos con la misma forma pero distinta
coloración. Solo hay tres colores bien diferenciados: blanco, gris claro y gris
oscuro que ocupan distintas regiones.
Este tipo de
caracteres permite aplicar facilmente la idea de unidad evolutiva, considerando como tal el salto o la distancia que
hay entre dos caracteres consecutivos. En el ejemplo considerado, la unidad
evolutiva es el paso entre dos colores distintos. Así, si se acepta la
secuencia de colores: blanco, gris claro, gris oscuro, hay una unidad evolutiva
entre blanco - gris claro y otra entre gris claro - gris oscuro, mientras que
entre blanco y gris oscuro hay dos unidades. Para ordenar los caracteres dentro
de una secuencia es importante valorar los datos que proporcionan la
Paleontología y la Embriología, que vienen a ser equivalentes a la Filogenia y
la ontogenia respectivamente.
b) Caracteres no fijados
Figura 3 |
Se trata de
caracteres que pueden manifestarse en diferentes estadios y los individuos de
la especie presentan cualquiera de ellos. Un ejemplo es el de las raíces de los
molares en la familia de los Muridae (Roedores, Mamíferos). En Rattus norvegicus, los molares
superiores suelen tener 5, 4 y 3 raices respectivamente, desde el primero hasta
el tercero.
Pero algunas
veces faltan los molares por haberse caido, como ocurre con los restos
procedentes de egagrópilas de rapaces o en paleontología, en esos casos, se
puede recurrir a los alveolos mandibulares, que son los huecos donde estaban
encajadas las raices de los molares cuando éste ocupaba su sitio en la
mandíbula. En definitiva, raices y alveolos tienen entre si una relación
comparable a la de una fotografía con su negativo. Por eso no es importante
solo el número sino tambien la forma, el tamaño y la disposición que poseen. En
la figura 3 se muestra la disposición de los alveolos en un cráneo de Rattus
norvegicus.
Pero los
ejemplares una especie no presentan todos la misma disposición y por otra
parte, individuos de diferentes especies pueden manifestar los mismos estadios,
pero en este caso lo hacen en proporciones diferentes. En la figura 4 se
representan otras formas de los alveolos del primer molar en Muridos (Roedores)
en la que se aprecia como los estadios con 3 y 4 alveolos presentan dos
disposiciones distintas cada uno que, por supuesto tienen un significado
evolutivo también diferente. La forma propia de Rattus norvegicus está con la letra D. Las formas restantes, con
otras letras, las manifiestan tanto otros ejemplares de esta especie, incluso
de la misma población, como ejemplares de otras especies de los géneros Mus, Apodemus
y Micromys. En cualquier caso, la
frecuencia de cada una de las formas es propia de cada especie y diferente en
cada una de ellas.
Figura 4 |
Los caracteres de
este tipo se interpretan como diferentes estadios de una secuencia evolutiva,
por lo tanto los habrá mas primitivos y mas evolucionados. Misonne (1969)
interpreta que la forma manifestada por el mayor número de individuos de una
población equivale al momento evolutivo en el que se encuentra esa especie y la
denomina norma alveolar (NA). Las
otras formas que se encuentran en la población deben ser bien formas mas
primitivas que la NA o bien formas mas evolucionadas que van probando nuevas
posibilidades de cambio en un futuro. Los datos de la Paleontología, la
Embriología y la Anatomía Comparada ayudan a ordenar los estadios de la
secuencia y las distintas especies se ordenan según las proporciones que
presenten.
Referencias:
Crusafont, M y Truyols, J. 1958. Masterometría, sintetotipo
y evolución. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat.
(B), 56 (2):73-84.
Gállego L. 1972. Interés evolutivo de los alvéolos molares
en murinos. Bol. R. Soc. Española Hist.
Nat. (Biol.), 70:321-337.
Misonne, X. 1969. African and Indo-Australian Muridae,
evolutionary trenes. Musée Royal de
l’Afrique Centrale Tervuren. Annales, Serie IN, 8º, Sciences Zoologiques,
172
McNeil Alexander. 1975. The
Chordates. Cambridge University Press.
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